Equilibrando un Dosha Dual Vata-Pitta con el Yoga
La práctica del yoga para una constitución Vata-Pitta debe promover el bienestar general del individuo, aunque ambas constituciones tienen cualidades contrastantes.
Junto con la práctica de Yoga, el Ayurveda recomienda hábitos de estilo de vida, un plan de dieta adaptado al Prakruti, así como prácticas de meditación y respiración. La integración de estos elementos puede ayudarte a restablecer el equilibrio, mejorar tu digestión, calmar tu sistema nervioso, entre muchos otros beneficios para tu ser integral.
La rutina de yoga para un dosha dual (Vata-Pitta) debe centrarse en buscar el equilibrio con movimientos lentos y fluidos. Primero, es necesario comenzar a equilibrar Vata, con asanas que faciliten tu correcta eliminación de desechos (Malas) y toxinas (Ama).
La duración y la realización de asanas complejas cuentan muy poco cuando quieres encontrar esa conexión y equilibrio entre tu cuerpo, mente y espíritu.
Teniendo en cuenta que Vata reside en la región pélvica y Pitta en la región abdominal, la selección de asanas debe:
- aumentar la presión en la zona pélvica y el abdomen.
- estabilizar con flexiones y giros hacia adelante.
Es importante que incluyas prácticas de meditación y respiración o Pranayamas al final de la práctica de yoga. Esto promoverá la construcción de una mayor auto-conciencia.
Estas son las mejores asanas para encontrar el equilibrio si tu dosha es Vata-Pitta:
• Surya Namaskar (saludo al sol),
• Virabhadrasana (postura de guerrero),
• Utthita Parsvakonasana (postura de ángulo lateral extendido),
• Trikonasana (postura del triángulo),
• Parivrtta Parsvakonasana (postura del ángulo lateral girado),
• Ardha Chandrasana (postura de media luna),
• Vriksasana (postura del árbol),
• Garudasana (postura del águila),
• Salabhasana (postura de langosta),
• Dhanurasana (postura del arco),
• Balasana (postura del niño),
• Chakrasana (postura de la rueda) y
• Yoga Mudra (postura de inclinación hacia delante sentado).
Ten en cuenta que la postura del perro boca abajo puede agravar a Pitta, si su duración es prolongada.
Presta más atención al fluir de los movimientos y mantener un ritmo lento, en lugar de buscar intensidad o velocidad. El sobreesfuerzo físico puede provocar el agotamiento de los Ojas (tu energía vital). Es mejor dejar de hacer una determinada asana, cuando el cuerpo siente malestar o dolor.
La duración y la realización de asanas complejas cuentan muy poco cuando quieres encontrar esa conexión y equilibrio entre tu cuerpo, mente y espíritu. Si quieres que tu práctica de yoga funcione plenamente, se requiere de disciplina, perseverancia diaria, y estar plenamente presente.
¡Hasta pronto y recuerda que tú eres tu propio sanador/a!