¿Cómo es la Mente de Vata?
Cuando Vata dosha es normal y equilibrado, las personas son rápidas y ágiles mentalmente, tienen buena memoria, capacidad de compresión y retención.
Su mente está tranquila con reacciones equilibradas a estímulos mentales. No existe confusión, ansiedad, aburrimiento, excitación excesiva.
Se muestran con intereses e inclinaciones cambiantes. Son locuaces, informados e intelectuales y pueden entender muchos puntos de vista diferentes. Sin embargo, pueden ser superficiales en sus ideas y hablar sin un objetivo fijo. Sus mentes vacilan fácilmente y si bien pueden tener algún conocimiento en varios temas diferentes, pueden carecer de un conocimiento profundo de un tema en particular.
Las tipologías de aire son buenos maestros, programadores de computadoras, y suelen ser muy buenos comunicadores. Son buenos para pensar, escribir y organizar datos. Son buenos músicos, pero pueden ser demasiado sensibles al ruido.
Generalmente, son creativos y la mayoría de los artistas son de este tipo. Pueden ser muy sociables y les gusta mezclarse con personas de todo tipo.
En este punto es necesario mencionar que en la mayoría de personas existen dos Doshas naturalmente dominantes, por lo que tenemos una mezcla de características mentales.
Vata incrementado naturalmente
Cuando Vata se incrementa naturalmente, las personas tienden al nerviosismo, ansiedad, temor ante cualquier cosa nueva o extraña. Su voluntad suele ser indecisa e inestable. Carecen de determinación, consistencia y confianza en sí mismos. Los tipos Vata a menudo tienen una actitud negativa sobre sí mismos.
Suelen ser individuos preocupados, molestos, ansiosos o distraídos, incluso si no hay un problema real en sus vidas. Se muestran inseguros y suelen moverse nerviosamente. Les resulta difícil estar en continuo contacto con aire o el viento.
Al principio demuestran entusiasmo cuando comienzan alguna actividad, pero esto rara vez dura y puede ser seguida por un rápido abandono o frustración. Esperan demasiado y quieren resultados inmediatos.
A menudo no tienen conexión a tierra y son difíciles de precisar. Deben volver a la tierra sobre sí mismos y su comportamiento. Su memoria es a corto plazo o errática. Sufren rápidamente de exceso de trabajo y ejercicio y tienden a extenderse demasiado en todo lo que hacen.
Suelen ser rebeldes y no les gusta ser ni líderes ni seguidores. Sin embargo, también son los más flexibles, adaptables y capaces de cambiar de los tres tipos (Vata, Pitta o Kapha) una vez que comprenden lo que deben hacer.
Buscan comodidad y requieren mucha seguridad, pero esto no siempre los hace sentir seguros. Les gusta hablar largo y tendido sobre sus problemas, pero esto generalmente no es de gran ayuda.
Realizar algunas cosas prácticas para mejorar su condición e implementarlas de manera consistente, les ayudará. Esto fomenta una actitud realista sobre el manejo de su enfermedad y no alimenta su excesiva actividad mental.
Vata patológico
Cuando el elemento aire es demasiado alto debido a las causas subyacentes que agravan a Vata, se genera fuerte ansiedad, ira, desconfianza, celos, inseguridad, indecisión, falta de memoria, locuacidad excesiva, miedo, pena, delirio, queja, pensamiento excesivo, entre otros. Un Vata patológicamente afligido puede causar esquizofrenia y otros trastornos de Vata (Vatavyadhi), como convulsiones, ciática, parálisis facial, neuritis, artritis, dolores musculares y articulares, entre otros.
Al incrementar Vata severamente, las personas se vuelven solitarias e hipersensibles al contacto humano. Esto se debe a que tienen demasiado que decir y no saben cómo relatarlo, no porque realmente sean de naturaleza solitaria.
Cuando enferman, suelen tener más preocupaciones e imaginaciones negativas sobre su condición de enfermedad de lo que realmente es. Suelen ser personas hipocondríacas.
Necesitan calmar sus mentes y corazones como parte de cualquier tratamiento ayurvédico. A menudo buscan atención y simpatía más que desarrollar su propia comprensión. Están felices de recibir consejos, pero no son consistentes en seguirlos. Requieren mucho tiempo y paciencia para cambiar realmente. Sin embargo, con un desarrollo lento pero constante obtendrán resultados.
Suelen estar tan atrapados en sus problemas y no se toman el tiempo para hacer algo al respecto. Pueden estar buscando tanto apoyo externo que no hacen las cosas que les permiten tomar el control de sus propias vidas. Necesitan enfatizar la acción en lugar del pensamiento, la aplicación constante, en lugar de buscar resultados.
Se asustan fácilmente y son propensos a retirarse si observan fuerza hacia ellos. Hay que abordarlos con calidez, calma y determinación y hacerles sentir el apoyo de los demás, pero sin hacerlos dependientes.
Necesitan seguir un régimen de vida claro y completo para traer estabilidad a sus mentes, calmar su fuerza vital agitada y suavizar sus corazones sensibles. El tratamiento incluye un plan alimenticio,, hierbas ayurvédicas y actividades que equilibran a Vata Dosha, como Yoga terapéutico y Pranayama.